Compartir, un verbo sencillo con efectos peligrosos
Las redes sociales cambiaron la forma como el mundo se comunica. Incluso, en medio de la pandemia global, todos hemos sido testigos de cómo las plataformas digitales se han convertido en la forma principal de comunicarnos incluso con personas que viven con nosotros.
Casi todas las plataformas virtuales nos invitan a una acción muy sencilla, de solo un click: “compartir”. Es una acción que nos tomará unos segundos pero que puede tener un efecto muy peligroso, si lo que estamos compartiendo fue creado con la intención de promover el odio, la discriminación, la confusión, el desprecio y mucho más. Así como ahora podemos ver que está pasando en el otro lado del mundo en un click, lamentablemente nos enfrentamos a uno de los retos más grandes que los medios de comunicación y los periodistas están enfrentando todos los días, las fake news.
Estas noticias creadas con la intención de conectar directamente con las emociones de las personas con el propósito, en muchos casos, de activar lo peor de ellas, de llevarlas a un extremo de un tema o situación, de notificarles que algo o alguien quiere lastimarlos, quitarles su empleo, invadir su país, llevarlos a la ruina o simplemente llevarlos a una vida menos feliz.
No es un secreto que el desprecio a los extranjeros, la homosexualidad, el radicalismo político, el desprecio hacia la mujer, entre otros temas son algunos de los preferidos por las personas, organizaciones y naciones detrás de esta desafortunada y malintencionada realidad comunicacional. Muchas veces hasta un gracioso meme, esconde una burla hacia alguien o algo.
El reto que cada ciudadano tiene hoy es pensar dos o hasta más veces que hay detrás de esa noticia sensacionalista que me produce ansiedad, tristeza, rabia, y hasta en muchos casos una excesiva alegría. No se trata de compartir solo por hacerlo, se trata de comprender que si esa acción se multiplica, muchas personas van a recibir esa información falsa.
No me malinterpreten, no es negarnos a compartir, por allí dicen que lo bueno se comparte, se trata de compartir lo que es real, lo verificado, lo que nos hace mejores, lo que nos conecta a la vida. Hoy, una de las intenciones es ser promotores de unas redes sociales más sanas, libres de odio, burlas y de todo lo malo que vemos en el mundo real.
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